viernes, 9 de septiembre de 2016

LO ÚNICO QUE CAE DEL CIELO ES LA LLUVIA

Sentada en un banco del Espolón me doy cuenta de que desde hace muchos años yo siempre había pensado, o me hicieron pensar, que para conseguir lo que quería o para que algo ocurriera bastaba con confiar en que Dios lo haría por mí. Es más, el intentar “buscarme la vida” para conseguir algo era poco menos que desconfiar de Dios.

Yo soy madre y te aseguro que nunca les he dado a mis hijos las cosas masticadas. No porque no les quiera. Todo lo contrario. Como les quiero, quiero que ellos sean capaces y libres de tomar sus propias decisiones. De esforzarse para conseguir lo que quieren.

Sentarse a esperar a que lo que quieres te caiga del cielo es un gran error. Lo que sí que conseguirás será no madurar nunca, no tener una visión real de la vida.

Puede parecer lo más fácil. Al fin y al cabo es decir: ¡el Señor proveerá! , y sentarse a esperar. Pero es que a lo mejor lo que Dios provee es que te saques tú las castañas del fuego. Que te esfuerces, que seas valiente y te vayas creando tu propio camino en la vida. No que camines por un camino que Dios supuestamente te ha trazado para que no tengas ni que usar el cerebro. Quizá eso sea lo que de verdad les interesa a los que así nos han aleccionado.
Yo, desde luego, no me voy a quedar esperando a que todo me venga dado. Si quiero algo voy a ir a por ello y voy a hacer que pase.
¿Quieres algo? Entonces ve y haz que pase, porque lo único que cae del cielo es la lluvia

viernes, 19 de agosto de 2016

¡PIENSA, VERÁS QUÉ BIEN!

Sentada en un banco del Espolón pienso en una sabia frase del intelectual Walter Lippmann: “Donde todos piensan igual nadie piensa mucho”. 

Es imposible que todos pensemos igual, eso es así aquí y en China. Cada uno tenemos nuestra propia historia que se ha escrito sobre nuestras propias circunstancias. 
Si tanto la historia como las circunstancias son propias, por qué no han de serlo nuestros pensamientos. 
Yo misma utilizo este blog para escribir lo que pienso, aunque no coincida con la mayoría. 
Y precisamente este post es para animarte a que hagas lo mismo: ¡Piensa, verás qué bien! 
Y cuando hayas pensado ponlo en práctica, atrévete. Verás que tus horizontes se ampliarán, y aunque parezca una contradicción, te acercarás más a ti mismo, a tu interior, te descubrirás y lo que es mejor…te gustarás. Te gustarás porque te darás cuenta de que eres una persona única e irrepetible. Única y libre. Libre para pensar y libre para actuar. 

No permitas nunca que nadie te diga que existe una manera de pensar que es la única que te lleva adelante, que es la única que hace que seas próspero y feliz. ¡Eso es mentira! 
No hay una manera única de pensar, igual que no hay una sola persona igual en este mundo. Y si te dicen que por pensar diferente vas a ser infeliz, tampoco les creas. En el fondo quieren que hagas como ellos para no sentir que están perdiendo la vida. 
¡Piensa, piensa! ¡Verás qué bien! 

jueves, 11 de agosto de 2016

EL EVANGELIZADOR NO EXISTE, SON LOS PADRES

Sentada en un banco del Espolón me doy cuenta de que el evangelizador no existe. 
Por tanto tampoco esa nueva moda de la “nueva evangelización”. 
Debería llamarse más bien  “nueva estrategia para captar”. Cuando se dice que se evangeliza en realidad se hace proselitismo.
El interés del proselitista está sólo en la eficacia de las estrategias. Las estrategias a seguir para aumentar el éxito de su causa.

La definición de proselitismo según la R.A.E. es: ”Empeño o afán con que una persona o una institución tratan de convencer y ganar seguidores o partidarios para una causa o una doctrina.”

Hacer proselitismo es hacer todo lo posible para que las demás personas piensen igual que tú.

Cuando alguien sale a la calle e intenta convencer a otras personas de que crean en lo que él cree, que experimenten lo que él experimenta, que vivan como él vive, no está ofreciendo una nueva vida, sino que está imponiendo y dando a entender que la forma en la que vive esa persona no es la adecuada. Es un proselitista.

Al proselitista le interesan más los números, la cantidad. Yo misma escuché decir a un sacerdote que ese día estaba contento porque no se veía nada de madera, en clara referencia a los bancos vacíos de la iglesia. Y cuando mis hijos en una conversación con otro sacerdote le preguntaron si prefería que hubiera menos feligreses pero convencidos o más feligreses pero calentando el banco, se inclinó claramente por la segunda opción.

El proselitista no tiene reparo en manipular los sentimientos o en ocultar información, si cree que eso lo permitirá que la gente se adhiera más a su causa.


Así que está claro: el evangelizador no existe. Es un “cuento chino” que se ha contado desde arriba para que los de abajo hagan de “agentes comerciales” y crezca la empresa.


viernes, 5 de agosto de 2016

LA ARROGANTE HUMILDAD

Sentada en un banco del Espolón pienso en que siempre se ha sobrevalorado la humildad. 
La humildad es sólo un intento por parecer bueno y altruista. 

El que presume de humildad por sus actos bondadosos, en el fondo, quiere un reconocimiento. ¿Qué tiene de malo ser fanfarrón? Eres lo que eres y debes ser feliz siéndolo.

No se puede ser humilde y pensar que harás grandes cosas. Los que se atreven a hacer grandes cosas es porque saben que son grandes. Si te propones conquistar imposibles no puedes pensar en humildad, tienes que pensar en grandeza. La humildad te hace verte más pequeño de lo que eres, la arrogancia te hace verte más grande, y por tanto aspirar a metas más altas.

Prefiero mil veces la arrogancia. Creo que el humilde tiene miedo del rechazo, de que piensen que es un arrogante. Prefiere ser humildes para no ser criticado. Al humilde todo el mundo lo alaba, al arrogante todo el mundo lo envidia.  Me atrevo a decir que la inmensa mayoría de las personas humildes en el fondo se creen grandes por serlo

La humildad cuando es un acto consciente es hipócrita, falso. A mí dame a un arrogante sincero antes que a un humilde hipócrita.
Cada vez que haces un favor, no te mientas, sabes que esperas un “¡gracias!”


Lo contrario a lo humilde no es considerarse superior a los demás, es tener claro que en algunas cosas sí lo eres. ¿Qué tiene eso de malo? Si lo eres, lo eres.

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL ESPOLÓN


Sentada en un banco de El Espolón pienso en mis amigos que no conocen esta hermosa ciudad y que cuando lean mi blog no entenderán muy bien desde dónde hago mis reflexiones. 

El Paseo del Espolón es el paseo arbolado y ajardinado más céntrico y popular de Burgos. Su nombre le viene dado por ser un terreno inundable que tuvo que elevarse mediante estribos y contrafuertes, para protegerlo de las crecidas del río Arlanzón.

Este paseo, desde su creación en el siglo XVIII siempre fue lugar de esparcimiento.

A principios del siglo XIX, en el espolón existían tres clases sociales bien diferenciadas, la burguesía (clase media) que paseaba por la acera del Suizo, la más cercana a los edificios; la mesocracia (a sí misma se reconocía como los artesanos) por la zona media del paseo, y la gente considerada como servicio (la clase más baja), por la vía más cercana a los jardines.
El distintivo que definía a la burguesía parece que era el hecho de llevar sombrero.

En la actualidad este paseo sigue siendo lugar de reunión tanto de burgaleses como de foráneos que se acercan hasta nuestra ciudad; se suelen celebrar en él la feria del libro y diferentes mercados artesanales. En todas las fiestas burgalesas se congregan allí danzantes, espectáculos callejeros y un sinfín de acontecimientos.
Este paseo en la actualidad y al igual que todo el casco histórico es de tránsito peatonal.

Si no estáis cansados de este paseo cronológico, os invito a dar un paseo real por el Espolón Burgalés